lunes, 27 de octubre de 2014

El hombre que parecía un caballo y otros centenarios

Las lecturas centenarias en la agenda Comunidad de Lectores de Guatemala CL, 2013 y 2014.
www.letrasypoetas.blogspot.com  

1. El hombre que parecía un caballo
“Era el señor de Aretal que se alejaba en su veloz galope, con rostro humano y cuerpo de bestia” Así termina el cuento El hombre que parecía una caballo, calculo como dos líneas vacías a su inferior la obra registra el lugar, el mes y el año en que (quizá inicio o culminación), por naturaleza las obras literarias no necesariamente tiene que terminar el día que se comienza -Guatemala, octubre 1914-.

Aparecía en ese año las obras que rompen con la lógica lineal de percibir el arte desde sus distintas maneras. En este caso era el surrealismo. En el ámbito literaria guatemalteca Rafael Arévalo Martínez, tuvo su lugar en su época y a la fecha sigue ahí despertando en sus lectores esa manera de narrar desde un estilo psicozoología.

2. Albert Camus
“El extranjero y La peste”
En el mes de abril 2013, montados en un vagón de un tren que en su época tuvo que recorrer parte del territorio nacional, mujeres y hombres amantes de la lectura descubren desde la narración de Albert Camus el comportamiento del ser humano validándose desde sus prejuicios en la novela corta El extranjero.

Era la primera vez que leí a un existencialista desde la literatura. Me habían hablado de la teoría filosófica en el colegio, sin embargo Camus me vino a refrescar la memoria y comenzar a sentir que la libertad es una conciencia de elección. Ese año era su centenario el hombre que luchó por la abolición de la pena de muerte en Argelia y considerado el hombre anarquista.
En noviembre 2013, como homenaje se reúnen los y las amantes a la lectura (no directamente de Camus) a compartir sobre La peste otra obra del Premio Nobel de literatura 1957, llegado la hora comienza la discusión.

3. La metamorfosis
Obra que se publica en 1915 tras la muerte de Franz Kafka su autor, pone en tela de juicio el comportamiento social de los hombres y las mujeres, de los patronos y los siervos. Los presentes comienzan a enredarse en el comportamiento del autor y su obra. La dinámica es esa, hablar, discutir, convivir. Era Kafka y su personaje Gregorio Samsa los centros de la discusión.

Dos años después se conmemora el centenario de su publicación, solo espero que a nadie se le olvide.

4. Octavio Paz
“El laberinto de la soledad”
La obra que se publica en 1950, donde Octavio Paz que alcanza el 31 de marzo del 2014 los cien años plasma la búsqueda constante de los orígenes y las causas del comportamiento del tanto individualmente y de manera social y su manera de enfrentar a la realidad. Considerada que su análisis aplica al actuar del latinoamericano en general.

Con esta obra se recuerda la masacre de los estudiantes en 1968 cuando Octavio Paz renuncia como diplomático del gobierno del PRI en la India.

5. Julio Cortázar
“Historia de cronopios y de famas”
Los participantes en los espacios de convivencia y discusión sobre lecturas de la Comunidad de Lectores de Guatemala, esperaban el mes de agosto para leer al escritor argentino icono del boom latinoamericano en los años 60.

Se seleccionó La Historia de cronopios y de famas, donde las fechas indicadas para su discusión los participantes no perdieron la oportunidad de contar sus anécdotas parecidas a las narradas por el escritor argentino.

Este año es también en centenario del segundo hermano mayor de Ulises autoría de James Joyce, Dublines.





[1] Libro de 100 páginas de 10.7 cm por 15.5. No tiene datos de bibliografía.
[2] Dado a la limitación del número de ediciones, no se pudo leer en las reuniones de la CL, fue propuesto al principio dado su agotada continuación se cambió http://www.literaturaguatemalteca.org/arevalo1.html. por El precio de la fuga de David Uger que en septiembre, se le seleccionó Premio Nacional de Literatura Miguel Ángel Asturias 2014.   

lunes, 21 de abril de 2014

El primer libro, a propósito García Márquez


Era el inicio de mi formación como periodista, haber terminado el tercer año del nivel básico sin haber visitado antes una biblioteca o haber tenido la oportunidad de comprar una obra antes, pero nunca sucedió. 

Sabía la importancia de la lectura. Sin embargo, no lo hacía. Me quejo tal vez por que no tenía motivación de leer y solo lo hacía cuando me decía que lo debía hacer.

Hasta que llegó el día de partir hacia ese tiempo de conocer una parte del conocimiento desde la literatura por naturaleza, tuve que acudir a ella. Fui entonces a prestar libros, tenía que leer. Tenía ya entonces la voluntad pero seguía sin motivación.

El libro que me dieron tiene ochocientas páginas, La patria del criollo de Severo Martínez Pelaez; solo alcancé leer doscientas páginas y lo devolví, no porque no me interesaba sino porque no lo entendía y estaba leyendo un libro sin ningún criterio tampoco una postura de la realidad social.

En consideración de mi excusa de no haber terminado a leer La Patria del criollo, me dueño de los libros me ofreció Relato de un naúfrago, me tuvo mucha paciencia y lo terminé en dos meses ya estando en la capital.

En el próximo viaje que hice al pueblo en Semana Santa lo fui a devolver con su dueño, después no se me dio la oportunidad de leer más obras de la autoría de Gabriel García Márquez por diversas razones, aunque tengo la buena intención desde hace mucho leer Cien años de soledad.