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Prensa Libre
Desde que comencé a participar en las actividades de la Comunidad
de Lectores de Guatemala -Mayo 2010-, me pareció una aventura de personas con
un criterio amplio, logrado por medio de la lectura, cual me motivó a seguir
participando y formar parte de la fuerza operativa. Promoviendo iniciativas que
debieran ser implementadas desde el gobierno central como parte de su
obligación, lamentablemente no sucede.
A la fecha sigo admirando el trabajo, que es reconocido y
respaldado por las personas que participan en los Círculos de Lectura, esto
demuestra que no ha sido en vano los esfuerzos de quienes conformamos parte de
ella.
2013 fue un año que nos puso ha reflexionar a cerca de
nuestra convicción no solo como lectores sino como organización, así continuar
con nuestra labor social y cultural, el fomento de la lectura. Generando espacios
de convivencia, participación e incentivando a la importancia del respeto y la
tolerancia ante las posturas múltiples que surgen en el momento de comentar y
reflexionar sobre la lectura del libro del mes. Ante esta tarea, convencidos de poder
continuar en el combate de la ignorancia y el analfabetismo funcional, por
medio del acto de leer; hicimos la primera convocatoria a nuestras actividades
a finales de febrero.
Grande fue nuestra sorpresa por la asistencia del público, superando todas las asistencias de reuniones
realizados en años anteriores. Esto contrajo una motivación para remarcar
nuestra convicción de continuar con nuestro trabajo como organización.
Durante la realización de las actividades, llegué a
comprender; nadie puede caminar solo. Todos nos necesitamos, esto es un rompecabezas
donde cada uno, somos una pieza. Ahora, nuestras actividades terminaron -al menos
para este año-, solo nos queda desearnos que el próximo año nos vaya igual o
mejor que esta vez.